Historia de la Momia Juanita


Aproximadamente en el siglo XV, Juanita junto con otras adolescentes, eran doncellas, tenían entre 12 y 15 años, fueron escogidas lo que se llamaba en esos momentos como un privilegio, para ser sacrificadas  como pago de agradecimiento a la Pachamama o Madre Tierra.

Los historiadores señalan que a Juanita la sacrificaron durante la denominada capacocha, llevado a cabo en el Nevado Ampato, a más de 6288 metros sobre el nivel del mar. El sacrificio o ritual se llevaba para calmar el enojo la Pachamama y así en algo evitar catástrofes naturales y garantizar una excelente cosecha.

El sacrificio de Juanita pasó desapercibido y oculto en la cima del Volcán Ampato, sino es que otro volcán cercano, el Sabancaya, entró en proceso de erupción y sus cenizas derritieron la nieve de los nevados cercanos y la momia Juanita quedó expuesta siendo descubierta en 1995, por el arqueólogo norteamericano Johan Reinhard y su ayudante Miguel Zárate.

Los investigadores señalan que hasta el descubrimiento de la Momia Juanita, no había ninguna prueba de que los incas también realizaban sacrificios humanos como ritual y pago de mujeres jóvenes a la Pachamama. Desde el momento de su descubrimiento, los estudios de la momia Juanita continuaron permanentemente y se han averiguado muchas cosas más sobre ella: que murió de un certero golpe en la cabeza, que cambió su alimentación un año antes de ser sacrificada y muchos otros detalles que podrás conocer cuando la visites en el museo.

Como curiosidad, queremos aclarar que aunque se la conozca mundialmente como la Momia Juanita, en realidad los incas nunca llevaron a cabo un proceso de momificación, pero el cuerpo logró permanecer en buen estado hasta su descubrimiento gracias a las bajas temperaturas del volcán Ampato.

En la actualidad, para continuar con su correcta conservación, Juanita se encuentra expuesta al público en una doble urna transparente y una temperatura constante de 19 ºC.

La Momia Juanita se encuentra actualmente en el Museo Santuarios Andinos, situado en pleno centro de Arequipa, a media cuadra de la Plaza de Armas, es momento de realizar una visita.